miércoles, 21 de marzo de 2012
tODO hOMERO
Homero Manzi fué el primero en convertir las palabras de los tangos en poesías, en sus versos quedaron retratadas nostalgicas postales de barrio, las casas viejas y chatas con rejas y zarcillos pegados a las paredes sin revoque, personajes entrevistos o intuidos desde las ventanas del colegio del barrio de Pompeya de Buenos Aires donde estuvo de pupilo varios años. Los recuerdos muchas veces ajenos de los ultimos guapos, ¡en otras palabras, el paraiso perdido de la infancia, una ciudad donde uno fantasea que lo de antes era mejor.
También se ocupo del amor como desgarradura, como pérdida! y elaboró un conjunto de metáforas sencillas, estrictamente visuales, sostenidas en un artificio común de la poesia de epoca. La suma de elementos como partes impescindibles para pintar un decorado. Alguna vez se atrevió a escribir una letra entera sobre la base de acumulación de palabras, pero eran las adecuadas para entrar en clima.
"Farol de ronda, esquina y llamada
lengue y piropo, danza y cancion
truco y codillo, barra y cortada
piba y glicina, fueye y malvón
cafe de barrio, dato y palmera
negra y caricia, noche y portón
chisme de viejas, calle Las Heras
pilchas, silencio, quinta edición
sábado, 10 de marzo de 2012
SONETO LUNFADO SOBRE EL FASO
La presencia casi a diario de sonetos lunfardos, responden al repaso del lenguaje lunfardo, tanto en las palabras que uno sabe y las que ignora. Haciendo un ejercicio y leyendo estos sonetos, uno rememora los tiempos humildes de las personas que habitaban Buenos Aires y sus arrabales, por otro lado recupera la imaginación del ambiente en que se movían estos personajes y el entorno existente. Agradezco la lectura de mis seguidores. Carlos Basabe
Hoy ha vuelto a fumar, ya no le importa
consejos de su torda veterana
es su bobo, de nuevo el que se afana
porque ya juna que su vida es corta
A ese consejo, sin pensar lo aborta
porque por gil, lo cree una macana
la tagarnina siente que lo engrana
y que a un yorno feliz es que lo porta
Y sigue dandole a ese soberano
rechupa el faso, bien a lo galano
mezclandolo debute con saliba
la joda ha de venir un dia de estos
que por darle al fumar le llegue el pesto
que lo deje echo fiambre panza arriba
Anclao en París
El tango "Anclao en Paris" fué grabado por Carlos Gardel acompañado de guitarras en el sello Odeón en el año 1931. Luego lo grabó Alberto Castillo con orquesta en 1944, Rubén Juarez con el acompañamiento de Raúl Garello en 1977 entre otros. Asegura la leyenda que el nombre de Montmartre , deriva de Mons Martyrum, que a su vez honra a San Dionisio, uno de los primeros mártires y victimas de los persecutores del Cristianismo en Francia.
La razón por la cual comenzó a ponerse en boga Montmartre hace tres siglos, fue el descubrimiento del oratorio de Saint Denis, un convento de monjas benedictianas comenzó a restaurarlo, surgiendo de esto la leyenda que desde allí "Partía el camino sagrado que conducía al cielo" La letra del tango "Anclao en París", fué escrita por Cadicamo en Barcelona en 1931, se la envió a Carlos Gardel, que por entonces se encontraba en Niza (Francia) donde había debutado en el famoso casino Francés.
PORNOGRAFIA DE LOS PRIMEROS TANGOS
Antes de que el tango llegara a ofrecer a sus escuchas bellísimas letras surgidas del alma de los grandes poetas, pasó por diferentes etapas, algunas de las cuales rondaron lo pornográfico. Las primeras obras cantadas tuvieron su origen en el tango Andaluz, al cual fueron variando la letra para acomodarla al criterio popular Porteño. En aquellos años anteriores al siglo diecinueve, habían influencias de los payadores y los mulatos que tambien hacían su aporte en los versos, aunque ellos en realidad eran más bailarines que cantores. La influencia marginal y prostibularia que tiene el tango en sus comienzos se ve proyectada en las letras de las primeras canciones originadas en los suburbios. Plagadas de obcenidades (para la época), los titulos y las estrofas son la fiel representacion de los ambientes y la cultura donde se movía. "Mañana por la mañana, me voy a las cinco esquinas, para echarme un polvo en la cama de mi china". (letra). Inclusive el tango "El Choclo", se dice que en realidad se refiere, en sentido figurado a, el "chocho" o "coño" parte externa del organo genital femenino. Algunos titulos rezaban; "Va selina en la punta", "Con que choca que no dentra", "La Clavada", "La Franela", "El Fierrazo", Colgate del aeroplano", Siete pulgadas", El serrucho", Dos sin sacar", "Que polvo con tanto viento" y otros
jueves, 8 de marzo de 2012
EL VELORIO (SONETO LUNFARDO)
EL VELORIO
Fué un velorio de aquellos, de primera
con flores a granel y con bebida
con su hinchada sangrando por la herida
que apenaba que el muerto no la viera
No faltó la vecina cotorrera
que hablara hasta los codos sin medida
reprimiendo la frase remanida:
"todos vamos camino a la fiambrera"
La viuda se mandaba su concierto
con lagrimas y elogios para el muerto
"Dios te tenga a su lado, alma bendita!
y un cuervo funebrero, que por crosta
lo debe haber piantao Lazaro Costa
armaba la excursión a Chacarita
Fué un velorio de aquellos, de primera
con flores a granel y con bebida
con su hinchada sangrando por la herida
que apenaba que el muerto no la viera
No faltó la vecina cotorrera
que hablara hasta los codos sin medida
reprimiendo la frase remanida:
"todos vamos camino a la fiambrera"
La viuda se mandaba su concierto
con lagrimas y elogios para el muerto
"Dios te tenga a su lado, alma bendita!
y un cuervo funebrero, que por crosta
lo debe haber piantao Lazaro Costa
armaba la excursión a Chacarita
Horacio Salgán
Tenía solo 16 años cuando lo contrataron para tocar en un cine de barrio en Villa del Parque (Buenos Aires), sus versiones eran revolucionarias y la principal característica del sonido Salgán, estaba dada por el piano cuya digitación "inconfundible por su sonido brillante, seco, tenso y sorpresivo"mostraba influencias directas de musicos de jazz. La dupla con Ubaldo de Lio y el sonido enriquecedor de la guitarra electrica le aportó al tango un aire de jazz que lo hizo facilmente reconocible en los primeros compases, como ocurre en el tango "El Marne" de Eduardo Arolas. Merece destacarse tambien el arreglo de "El Choclo" de Villoldo donde la conducción melódica pasa igualmente de un instrumento a otro, mientras que el bandoneon, el piano, la guitarra y el violín, se turnan en la ejecución solista.
lunes, 5 de marzo de 2012
TANGO LEGUIZAMO SOLO
La tarde del 15 de agosto de 1922 en el picadero del hipódromo de
Palermo (Buenos Aires) subió sobre la montura de la yeguita “Mina de Plata” un
jockey que venía de Montevideo a probar suerte en Buenos Aires. La gente
burrera sabía que el muchacho se había destacado en la pista de Maroñas. Una
semana después al ganar la carrera final de la reunión con el caballo “Tamarisco”
en una atropellada fulminante, la afición argentina, empezó a saber quien era
Irineo Leguizamo. Se fueron sumando las partidas ganadas y el prestigio ganó el
corazón de los turfistas. Aplaudido y silbado en el hipódromo de acuerdo con las
circunstancias, se lo señaló como “El maestro” por su habilidad y como “El
pulpo” por el monopolio de victorias. Carlos Gardel, apasionado por las
carreras de caballos, admiró la eficiencia de Leguizamo, se volvieron amigos
inseparables y entre ambos compusieron el binomio simbólico del populismo
porteño. Le confió la monta de un caballo llamado “Lunático” que con los
colores del stud Yeruá, y al cuidado de Maschio ganó una docena de carreras, a
Lunático le bastaba tener el dueño que tenía y llevar sobre la montura el
jockey que llevaba.
Gardel lo pudo ver solo
una vez ganar, eran los años 1927 al 27en el que el cantor viajó a cantar a
España. Una sola vez como dije, lo vió llegar primero, y con el dulce sabor de
esa victoria pudo cantar la misma noche, en el cine “Empire”, de la esquina de
corrientes y Maipú con más brios que nunca.
“Leguizamo
solo, gritan los nenes de la popular!!!
SONETO LUNFARDO
POR CHITRULO
Chambón, boludo, sin saber ni el ocho
en el tangazo que le llaman vida
se sintió macho, justo en la partida
cuando recién trincaba los dieciocho
y se engancho en quilombos y dormidas
dándole un feite sin pensar al bocho
cuando probó el raviol se quedó chocho
y terminó en la braba, "la temida"
hoy ya finao, está entre cuatro velas
su vieja ya con nada se consuela
por no mayar que anduvo en la fiyinga
y alguno cuando embroca el crucifijo
se le clava en el mate el deseo fijo
de usar en su lugar una jeringa
EL PAYADOR RIOPLATENSE
EL PAYADOR
Al lado de la poesía tradicional que sobrevive a sus
cantores, suele reconocerse la existencia de una poesía efímera, puramente oral
e improvisada, esa es la payadoresca. Antes de la llegada del tango como
símbolo auténtico de la canción Rioplatense, compartido entre las dos orillas
del Plata (Buenos Aires y Montevideo), habían otras expresiones musicales menos
elaborada musicalmente pero que son parte de la historia grande de los gauchos
Rioplatenses. El “Payador” es un artista netamente distinto del cantor común de
bailes y canciones sencillas. Posee una escuela superior y como tal es capaz de
improvisar, glosar o desarrollar un tema, usando por lo general difíciles artificios
formales. “Payada de contrapunto”; una especie de torneo en el que ambos
contendientes se plantean cuestiones profundas o simples en versos improvisados
que se extingue con el cantor ya que es la obra del momento mismo, sin pasar a
otra boca ni quedar escrita.
Acompañándose en un rasgueo de milonga octosílaba, va inventando la
letra que canta con maestría dentro de un tono menor o mayor según el convite
del adversario.
sábado, 3 de marzo de 2012
¡DIGA UN NUMERO JEFE!
LOS CABARETS DE VILLA REGINA
A partir de un escrito que hice ayer sobre Alfredo Belusi y
su actuación en el cabarute “Caballito Blanco” que funcionó en Regina hace poco
más de 30 años atrás, mi maestro bloguero Guillermo Pirri me consulta sobre
artistas que actuaron en ese santo lugar. No recuerdo los que pasaron porque
tampoco fueron muchos, “Rolo y Laura” trataban de contratar algunos tangueros
que venían de Buenos Aires en plan supervivientes, lo mismo algunos integrantes
del viejo “Club del Clan”, que recorrían el país en busca de unos mangos que
Buenos Aires le negaba. La Capital argentina era la proveedora de material
femenino y artístico, el cabaret Caballito Blanco alcanzó su máxima expresión
de atractivo sobre 1977 aproximadamente. La publicidad que empleaba por los
medios rezaba; “Veinte caras bonitas” (esa era la cantidad de mujeres que
trabajaban alegrando las noches de los parroquianos Reginenses y del Valle. Allí
se encontraban amigos, copas y una compañía agradable cada día, estaban los
habituales y los “garroneros” (aquellos que trataban de enganchar una salida
sin tener que rascarse el bolsillo.) Al gallego empleado municipal, le ponían
una canción cada vez que hacía la entrada “Paganini”, estaba el médico que
mantenía el lote femenino fuera de insalubridad, el farmacéutico que una noche
llegó la mujer y mandó un mensaje para que saliera diciéndole al mensajero que
se estaba prendiendo fuego la farmacia. El Perico que manejaba el atmosférico,
y una larga lista de gente bonita y legal. Cuando cayó de comisario un tal “Lobo”,
cambiaron las cosas para Rolo, se comentaba que este tira se había casado con
una chica de la noche y se había jurado exterminar los antros. Le mandaba la
patrulla dos o tres veces cada noche para romperle las pelotas a la aturdida
clientela que cansada de mostrar el DNI en el centro de una pista de baile y
con las luces encendidas, se iban borrando. Un día Rolo masticó rabia y armó
la bronca, el comico lo citó a la comisaría y allí Rolo empleando lo mejor de
su protocolo le preguntó canchero; ¡”diga un número jefe”! (alusión a una
cometa) mientras hacía repicar los dedos sobre el escritorio. El goruta de respondió, ¡el dos”!, …ese es el numero del calabozo donde
vas a quedarte de vacaciones. Así empezó la desbandada hasta que cerró “Caballito
Blanco” (veinte caras bonitas cada noche en el Regina nocturno. Otra de las anécdotas graciosas, fué una noche en el Cabaret "Costa Azul" que estaba cerca del rio en una chacra. Lo piloteaba Luisito Ciochetti que tenía alma de canchero porteño. (Este Luisito desapareció de Regina y nadie supo más nada de su vida). Una noche llego una barra de revoltosos desde Huergo, (población vecina) y empezaron a amargarle la noche al pobre gordo, este se aguantó hasta la hora de cerrar ya que los chicos le habían anunciado que "ellos serían los ultimos en salir". El gordo Luis, masticando una venganza, salió escondido y les desinfló todas las ruedas del coche.. Cuando salieron los muchachos notaron las ruedas en el suelo, lo llamaron a Luis, le entregaron un inflador de mano para que dejara las ruedas como habían llegado y el pobre casi pierde los ojos. porque cada vez que quería descansar, le apoyaban un 38 en la azotea y lo animaban para que siguiera.
viernes, 2 de marzo de 2012
NO TENGO LA CULPA
Alfredo Belusi, cantor de voz pesada y varonil, fué uno de los cantores que más me gustaron dentro de la franja de tangos de los años 50 en adelante. Tuve la suerte de conocerlo en Villa Regina mientras estuvo actuando en el Cabaret "Caballito Blanco" que llevaba mi amigo el "Rolo Lamela". Debajo de un emparrado que hacía de patio en la parte trasera del Cabarute, tomamos mate, y compartimos charlas amigas.
ANGEL VILLOLDO
ANGEL VILLOLDO
Angel Volloldo fue el prototipo de porteño ligado al tango. Nació en
1869 para cuando mozo ejercer de payador y guitarrero. Supo trabajar de “cuarteador”
en el barrio de Barracas en la zona del puerto de Buenos Aires. Allí algunas
cuestas en los caminos por donde pasaban los carros cargados de cereales
obligaban contratar la ayuda de un cuarteador para repartir el esfuerzo con los
caballos de tiro que no siempre sabían superar esas cuestas resbalando en los
adoquinados. Cuando esto ocurría se pedía “cuarta” y llegaba el cuarteador
acompañado de un caballo de gran alzada, (casi siempre un percherón), que
prendido a la cincha llevaba un lazo grueso y trenzado como para enganchar y
sacar el carro en apuros.
No cualquiera podía ser
cuarteador: se necesitaba ser muy baquiano con el caballo, lo que aumentaba una
fama cosechada entre el “chinerío” y mucamitas de Barracas. Tenían fama de
alegres, pero si era preciso se convertían rápidamente en bravos cuchilleros.
Oscar del Priore (su prolijo biógrafo) precisa que entre los dieciocho y los
veinticinco años, Villoldo fue tipógrafo en el diario “La Nación”, director del
coro carnavalesco “Los nenes de mamá Viuda”, (donde seguramente escribía las
coplas), libretista de sociedades corales, resero en los mataderos y payaso en
el Circo Raffeto, ubicado en las calles San Juan y Sarandí de Buenos Aires.
Sus primeros contactos con el tango fue acompañándose con una guitarra
a la que le había adosado una varilla que sujetaba una harmónica para
interpretar sus propios tangos
GARDEL PRESO
GARDEL
En los años que presentaba el programa de radio “A solas con el Tango”
cultivábamos una peña de amigos que cada jueves compartíamos en un generoso
asado. Entre aquellos veinte amigos
habían Uruguayos que siempre me reclamaron la nacionalidad de Gardel como
Tacuaremboense y yo siempre rebatí que la nacionalidad del Zorzal era Francesa
por la frondosa documentación que existe. Parece improbable que Gardel no fuera
Francés, y su lugar de nacimiento no fuera Toulouse, lugar que visité más que
nada por sacarme ese misterio, ¡y allí están los aportes demostrativos. Además
su “carta de Ciudadanía la tramitó en 1923 en Buenos Aires, allí tuvo su casa y
cada vez que regresó de sus giras lo hizo hacia Buenos Aires. Su vida, según lo
relatan distintos autores biográficos, fue jalonada de sobresaltos ya que no fue
un niño destacado en la escuela y desde muy joven frecuentó Cabarets, cantinas
y cafés donde cantaba para sus amigos. En 1905 se ve envuelto en una riña que
termina con una persona muerta y Gardel seriamente comprometido. Este episodio
lo llevó a la Cárcel de Ushuaia donde permaneció dos años. Al regresar del Sur
Argentino, por primera vez utiliza el nombre de “Carlos Gardel” para firmar una
tarjeta de saludos.
jueves, 1 de marzo de 2012
PUCHERITO DE GAYINA (Tiembla el gayinero)
EDMUNDO
RIVERO
En los años cuarenta, empezó una
mala racha para Edmundo Rivero, pare cía que ya no existía un lugar para el en
el mundo de la música. El trabajo empezó a escasear hasta desaparecer, al punto
que agobiado por la situación dejó de cantar. El sabía comentar que en la década
del cuarenta estaban de moda los cantores de tango con registro de tenor, de
manera que su registro de bajo cantante lo convertía en un bicho raro para una
orquesta. Los directores empezaron a marearle la perdiz, lo escuchaban, lo hacían
cantar pero no le daban trabajo. Fueron épocas en que tuvo que ganarse la vida
con la guitarra. ¡Cada vez que abría la boca le decían,…¡no usted tiene la voz
muy pesada!. Como la música no le daba para vivir, tuvo que entrar a trabajar
en el Arsenal de Guerra, donde le encontraron un puesto de servicio
administrativo. Allí se pasó cinco años en los cuales dejó de cantar. En algún
momento pensó en no volver a cantar en ese periodo desde 1939 hasta 1944. Como
resultado de aquella crisis un amigo lo invitó a cantar en LS9 Radio la Voz del
Aire que estaba por la calle Maipú al 500, cuyo dueño era el propietario de la
revista “Sintonía”. Rivero cantó el tango Caminito y una zamba, a los pocos día
alguien lo llama por teléfono y le pregunta; ¿Usted fue el que cató hace unos
días?, si respondió,….¡quisiera hablar con usted porque estoy formando una
orquesta!,..va a la dirección que le indicaron y se encuentra con Carmen Duval
la mujer de Horacio Salgán. ¡Todo un suceso de suerte!
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