HOMERO MANZI
HOMERO MANZI. "MILONGA TRISTE"
Este artista, fué el primero en convertir las palabras de los tangos en poesía. En sus versos quedaron retratadas nostálgicas postales de barrio, las casas bajas de rejas con zarcillos pegados al muro de las paredes sin revoque, personajes entrevistos o intuidos desde las ventanas del colegio de Pompeya (Buenos Aires) en el que estuvo de pupilo varios años. Los recuerdos (muchas veces ajenos de los últimos guapos) o el decir en otras palabras, algo así como "el paraíso perdido de la infancia"
Homero también tuvo tiempo y el deseo de ocuparse del amor como desgarradura, como pérdida y así fué elaborando un conjunto de metáforas sencillas, (estrictamente visuales), sostenidas en un artificio común de la poesía de época.
Fué el poeta emblemático de la renovación producida alrededor del año cuarenta en el tango; el primero en atreverse a echar mano de los avances de la poesía para arrimarlos en versos. Lector temprano de Rubén Darío, Manzi quedó sorprendido el día que por primera vez se encontró con "Misas Herejes y La Canción del Barrio" (libros de Evaristo Carriego)
lo que contribuyó a llevar adelante su tema "Viejo Ciego" que con la música que le aplicaron Cátulo Castillo y Sebastián Piana (ambos vecinos del barrio) fué estrenado en noviembre de 1926 por Roberto Fugazot. Casi contemporáneamente a la creación de "Viejo Ciego", Manzi se dedicó a revalorizar la milonga, que hasta entonces se mantenía en un discreto segundo lugar. En "Milonga Triste", homero escribe estos versos.
Llegabas por el camino, delantal y trenzas sueltas
brillaban tus ojos negros, claridad de luna llena
mis labios te hicieron daño, al besar tu boca fresca
castigo me dió tu mano, pero más golpeó tu ausencia.
Este artista, fué el primero en convertir las palabras de los tangos en poesía. En sus versos quedaron retratadas nostálgicas postales de barrio, las casas bajas de rejas con zarcillos pegados al muro de las paredes sin revoque, personajes entrevistos o intuidos desde las ventanas del colegio de Pompeya (Buenos Aires) en el que estuvo de pupilo varios años. Los recuerdos (muchas veces ajenos de los últimos guapos) o el decir en otras palabras, algo así como "el paraíso perdido de la infancia"
Homero también tuvo tiempo y el deseo de ocuparse del amor como desgarradura, como pérdida y así fué elaborando un conjunto de metáforas sencillas, (estrictamente visuales), sostenidas en un artificio común de la poesía de época.
Fué el poeta emblemático de la renovación producida alrededor del año cuarenta en el tango; el primero en atreverse a echar mano de los avances de la poesía para arrimarlos en versos. Lector temprano de Rubén Darío, Manzi quedó sorprendido el día que por primera vez se encontró con "Misas Herejes y La Canción del Barrio" (libros de Evaristo Carriego)
lo que contribuyó a llevar adelante su tema "Viejo Ciego" que con la música que le aplicaron Cátulo Castillo y Sebastián Piana (ambos vecinos del barrio) fué estrenado en noviembre de 1926 por Roberto Fugazot. Casi contemporáneamente a la creación de "Viejo Ciego", Manzi se dedicó a revalorizar la milonga, que hasta entonces se mantenía en un discreto segundo lugar. En "Milonga Triste", homero escribe estos versos.
Llegabas por el camino, delantal y trenzas sueltas
brillaban tus ojos negros, claridad de luna llena
mis labios te hicieron daño, al besar tu boca fresca
castigo me dió tu mano, pero más golpeó tu ausencia.
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