jueves, 19 de enero de 2012

Cafetín de Buenos Aires


El café como sitio de reunión, posee una larga tradición heredada de las charlas interminables en los viejos mesones del siglo diecisiete y del hábito europeo de dialogar frente a una copa o a un pocillo de café donde se forjó buena parte de la ideología y la literatura española. Enrique Santos Discépolo y Mariano Mores, escribieron y musicalizaron un tango donde el niño curioso aplasta su nariz contra el vidrio de un escaparate cafetero con intención de descubrir los secretos de los mayores. "Cafetín de Buenos Aires"
De chiquilin te miraba de afuera,
como esas cosas que nunca se alcanzan ,
la ñata contra el vidrio, en un azul de frio,
que solo fue despues viviendo igual que el mio.

Como una escuela de todas las cosas,
ya de muchacho me diste entre asombros,
el cigarrillo, la fe en mis sueños y una esperanza de amor...!!!

Como olvidarte en esta queja, cafetin de Bs As,
si sos lo unico en la vida que se parecio a mi vieja,
en tu mezcla milagrosa de sabiondos y suicidas,
yo aprendi filosofia, dados, timba y la poesia cruel, de no pensar mas en mi. 

Me diste en oro un puñado de amigos,
que son los mismos que alientan mis horas, 
Jose el de la quimera, Marcial que aun cruel y espera y el Flaco Abel que se nos fue pero 
aun me guia...

Sobre tus mesas que nunca preguntan,
llore una tarde el primer desengaño, 
nacian las penas, bebi mis años y me entregue sin luchar...!!! 


In my childhood I stared at you
as those things I would never possess
the nose against your window
in an iced blue feeling
that only later, living,
was the same in my soul.
As a school that teaches all things,
in my youth you gave me in wonder
a good smoke...
a faith in my dreams
and a hope for love.

How can I forget you in my lament
"café.ân de Buenos Aires"?
If you are the only one in life
who resembled my mother.
In your strange association
of smart guys and self-killers
I learned philosophy... dice... gamble
and the bitter poetry
of not to think of myself.

You gave me in gold a fistful of friends
the same who cheer my life and my hours
JosÝ the one with dreams
Marcial who still believes and hopes
and skinny Abel... who's gone
but still he guides me.
On your tables that never ask questions
I wept some day my first disillusion
I knew of pains,
I drank my years
And I gave up with no fight.

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