La letra se basa en un hecho real. De pequeño, Armando Tagini asitía con otros niños del barrio de Balvanera al patio de una vieja casona de la calle Aguero al 300 en Buenos Aires. Allí un titiritero ofrecía sus funciones. Una niña muy pobre, que en el recuerdo de Tagini se llamaba María, era la más ansiosa por ver el espectáculo. Gritaba, reía, aplaudía, saltaba y se emocionaba como ninguna. Subida a un banquito de madera, miraba desde sus seis años a todos los personajes que encendían su imaginacion. Paso el tiempo;..los niños crecieron, el titiritero no volvió nunca más y el patio quedó vacío. La niña pobre era ya una señorita que se fué también para siempre del barrio porque nunca regresó. Tagini tenía 20 años cuando volvió a verla, era una de tantas coperas de un Cabaret.
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